Hoy nadie pone en duda que el ejercicio físico es beneficioso para la salud de los niños. De hecho, el deporte es una de las actividades socializadoras más importantes de la infancia ya que estimula las habilidades comunicativas, a la vez que potencia el desarrollo emocional y favorece los vínculos entre los niños. Además, la actividad física estimula la liberación de endorfinas, un neurotransmisor que reduce la tensión y estimula la sensación de bienestar. No son pocos los estudios que afirman que la práctica de ejercicio físico resulta beneficiosa para tratar alteraciones como el autismo, el trastorno disocial, la ansiedad y la hiperactividad infantil.